Si le das un coche de juguete a un niño o una niña, verás como enseguida empieza a hacerlo rodar por todas partes y se lo pasa en grande con él.
Los juegos de coches y motos son de apariencia simple pero en el fondo suponen grandes beneficios para el desarrollo infantil y hoy nos gustaría explicarte por qué.
A los peques les encanta todo lo que tenga ruedas y se mueva. Cuando son muy pequeños se quedan maravillados de ver cómo un objeto que está a su lado, de repente se pone en movimiento a toda prisa y desaparece de su vista.
Si tienes un bebé, jugar con un coche de madera es una forma genial de estimular el gateo y de potenciar que se mueva por toda la casa mientras persigue o busca a su coche.
Mientras están en esta etapa también es una forma muy divertida de ir desarrollando sus sentidos.
Por un lado la agudeza visual, ya que el coche desaparece de su campo de visión rápidamente y tienen que encontrarlo; por otro el sentido del oído, ya que identificarán donde está el coche en función de hacia donde oigan que éste se mueve.
Otra de los beneficios de los coches de juguete es el aprendizaje de la relación causa – efecto.
Tu peque aprenderá poco a poco que si lo pone sobre el suelo y lo empuja, el coche se mueve solo gracias al giro de las ruedas y también experimentará con la velocidad en función de la fuerza que él/ella le aplique al coche.
Cuando tu hija/o ya no está en la etapa bebé y tiene entre 3 y 4 años, el mundo de los coches, las motos y los camiones se expande gracias a su imaginación y creatividad.
En este momento el juego se vuelve mucho más complejo ya que como dispone de mayores habilidades manuales puede hacer que el coche vaya muy rápido, que gire, que dé volteretas, que salte por el aire…. ¡o incluso que vuele!
Los peques de esta edad se pueden pasar horas sentados en el suelo jugando con su coche de juguete gracias a su imaginación: inventando que atraviesan el desierto, que van por la autopista, que están de vacaciones y mil aventuras más.
Hacer más estimulante el juego con un parking de juguete
Los parkings de juguete son una forma más compleja y estimulante del clásico juego con coches y motos.
Un parking de juguete contiene plataformas, aparcamientos, puentes y muchos coches diferentes para que el juego sea todavía más divertido.
Lo que más nos gusta de los parkings de juguete de madera es que son el punto de partida para que tu hija/o invente e imagine miles de situaciones que puede vivir con sus coches.
Dan la oportunidad de revivir situaciones vividas o de imaginar de nuevas, siempre jugando con sus coches favoritos.
Los parkings de juguete de madera siempre tienen distintos detalles con los que tu hija/o puede dar más realismo y complejidad a la historia imaginada.
Así, quizá el coche está averiado y tiene que llamar a emergencias para que venga una grúa a remolcarlo y poder llegar a casa.
Quizá se ha quedado sin gasolina y tiene que repostar para poder seguir las vacaciones.
O la rampa no se levanta y no le deja pasar por lo que no puede llegar a su plaza de aparcamiento.
La mayoría de parkings de juguete tienen distintas alturas y esto es divertidísimo para tu hija/o ya que desarrolla su orientación espacial y mejora su habilidad manual para hacer que el coche vaya a una planta u otra sin salirse del camino marcado.
En algunos casos el parking de juguete también se complementa con un helipuerto en la parte superior. Esto da todavía más opciones a la imaginación de tu hijo/a, ya que el coche tiene que atravesar todo el parking para llegar al helipuerto y así poder despegar, volando por el cielo.
Los parkings de juguete también son una buena forma de aprender las señales de tráfico, como las flechas de dirección obligatoria, las señales de STOP o la importancia de respetar las zonas de aparcamiento reservado para personas en cadira de ruedas, entre otras.
Características:
- Incluye 3 autos, 1 helicóptero, 3 personajes, 2 surtidores de gasolina, 3 carteles publicitarios.
- Edad recomendada: a partir de 3 años
- Medidas: 45 x 23,5 x 38 cm